viernes, 26 de marzo de 2010

LA POLÍTICA EN FACEBOOK. ¿Algo nuevo bajo el sol?

Percibir un fenómeno en su origen y detectar que ese fenómeno puede tener impacto en la sociedad, es algo que no ocurre todos los días y que activa la curiosidad, por lo menos en mi, por observarlo, auscultar sus posibilidades, entenderlo y, tal vez, evaluar sus usos como herramienta para aportar al cambio…Es algo que está sucediendo y que nos puede decir mucho si logramos interpretarlo; por eso me dedique a hacer estos días un paseo por los espacios de “La Política en Facebook”.


SerieChat- Adriana Soler

Esto no tiene ninguna pretensión de exhaustividad, simplemente me puse a buscar páginas de grupos y personalidades de la política nacional, registrando la cantidad de fans, y haciendo una recorrida de sus muros como para tratar de detectar alguna característica distintiva…es decir, es un recuento básicamente cuantitativo de actos de adhesión (clicks con el mouse en el botón HAZTE FAN – cuestión que merece una discusión en sí misma: el reemplazo de la palabra “Fan” tan superficial y farandulera, por apoyo, afiliación, adhesión, voto o algo que implique una mínima elección racional y fundada sería deseable).
Intenté incluir en la búsqueda a los referentes principales del oficialismo y la oposición, tanto sus páginas institucionales como las de sus líderes destacados, y los grupos “en contra de…” de los cuales hay muchísimos, sobre todo de Cristina…pero ante lo obvio aparecen las sorpresas. Queda claro que esto tiene serios problemas, hay grupos que se contienen unos en otros, la mayoría es fan de varios grupos afines, y como no tengo ni la intención ni las posibilidades tecnológicas como para filtrar y cruzar miembros, infiero que esto ocurre en todo el arco y tomo las cantidades tal cual aparecen en cada página. El crecimiento de algunos espacios es vertiginoso, de un día para otro puede haber cientos o miles de nuevos fans, y se crean cientos de grupos diariamente, por eso aclaro que tomé todos los datos los días 19 y 20 de marzo…y ahora paso a contarles lo que encontré…
Para ir de lo general a lo particular digamos primero que la política ha pasado a ocupar un lugar destacado en Facebook, pese a que este rasgo no se encuentra en su “origen” como red social estudiantil y pese a que es de público conocimiento el financiamiento de la empresa por parte, entre otros, de un fondo de inversión fuertemente vinculado a la CIA, parecería que esto no ha condicionado las tendencias dadas por el uso y podríamos afirmar que Facebook se ha “politizado” rápidamente. También podríamos aventurar que esta politización es notoria en el ámbito latinoamericano, ya que poniendo “grupos” en el buscador (en español) inmediatamente se destacan los grupos colombianos, venezolanos, chilenos y argentinos relacionados con la política doméstica. Cualitativamente dejan bastante que desear, se basan en esa lógica simplista de amor-odio, amigo-enemigo y apuntan a las grandes figuras de la región (Chávez, Uribe, Correa y Cristina, o a organizaciones como las FARC); y a primera vista hay una proliferación de grupos que expresan lo peor de la política. En torno a estos líderes que mencioné se destacan “los grupos contra” que se despachan dando rienda suelta a manifestaciones racistas, xenófobas, fascistas, gorilas y todo lo que tal vez en otros ámbitos se inhibe. Esto viola cláusulas que prohíben “grupos con temáticas discriminatorias o que inciten al odio y falten al respeto y la honra de las personas” (Wikipedia) por lo cual se ha incluido una opción para denunciar, aunque desconozco si se aplica efectivamente. Pero, para el caso argentino, sumé los miembros de 22 grupos de odio a Cristina Fernández de Kirchner y me dio un total de 5.308 clicks, mientras que el grupo aparentemente oficial de apoyo a Cristina tiene 15.778 fans. Entre esas 22 páginas hay dos numerosas (que suman 2.554) y 15 grupos tienen menos de 200 fans. Los muros de estos grupos son básicamente depósitos de insultos de grueso calibre, deseos de que muera o la derriben y comentarios humillantes o descalificatorios. Como dato que puede ser alarmante en los tres grupos que revisé, los más pequeños de este conjunto (26, 29 y 37 miembros) son mayoría absoluta chicos y chicas muy jovencitos, preadolescentes entre 10 y 16 años aproximadamente. Lo preocupante es que, además de participar casi exclusivamente con agravios, parecería que el odio a Cristina fue tomado como un rasgo identitario más que compone la cultura de las “tribus” infanto-juveniles.
El recuento general es sencillo, en un clima político muy polarizado (o que se insiste en polarizar) intenté clasificar los grupos oficialistas y los opositores. Del lado del oficialismo incluí los grupos que apoyan a Cristina (4=18.898), los que apoyan a Néstor Kirchner (4=9.656), los de apoyo a Mercedes Marcó del Pont al frente del Banco Central (3=6.440), uno del Frente para la Victoria (apenas 70), uno contra el grupo Clarín (6.925), uno De la vereda del gobierno nacional & popular (1.248), grupos de Carta Abierta (2=3.257), de Nuevo Encuentro-Sabatella (5=5.830), los grupos que defienden la Ley de Servicios Audiovisuales (2=31.077) y el heterogéneo conglomerado oficialista de los fans del programa 6,7,8 (apabullante 94.491). Por último agregué por defecto a este campo dos grupos de repudio a Mauricio Macri (2=1.202) que tal vez no sean oficialistas sino votantes de Macri decepcionados, pero no podían incluirse como apoyos a la oposición.
Por el otro lado, en el bloque opositor, incluí a la UCR y Acuerdo Si-UCR (2=3.679), la Coalición Cívica (2=162) y a Elisa Carrió (2=1.278), aunque desestimé un grupo en su contra que se llama jocosamente Lilita des Carrió (66) porque también ignoré un paupérrimo grupo del ARI de 70 miembros. “Cleto” Cobos tiene un numeroso grupo (17.272) que casi alcanza al de Cristina, también incluí al grupo oficial de Mauricio Macri (19.780) que supera en fans al de la Presidenta, mientras Unión Pro tiene 5 miembros y Macri Presidente 2011 sólo 8 …el macrismo sumaría así 19.793. Francisco de Narváez ostenta un importante apoyo con 16.452 fans. A Pino Solanas (4=17.830) y Proyecto Sur (2=2.014) los sumé a este grupo atendiendo a sus recientes posiciones junto al “Grupo A” en el flamante senado. Como ya dije incluí 22 grupos de “odio a Cristina” que juntos suman 5.308, y por último un grupo “en contra de la ley de medios K” (5.773). Busqué también a Gerardo Morales pero hay dos grupos para este “político”: Gerardo Morales tiene 1.262 fans y Gerardo Morales, un pelotudo de verdad tiene 1.535…ergo, Morales se anula a si mismo y no lo conté….Tampoco a Chiche (1.601) ni a Eduardo Duhalde (2=755), Adolfo Rodríguez Saa (1.387) ni a Patricia Bullrich (1.652), porque todos juntos (5.397) no llegan a superar los dos grupos de Agustín Rossi (4.992 + 3.126) y el de Aníbal Fernández (3.330) que tampoco sumé, es decir, con estas omisiones beneficié a la oposición.
Como decía más arriba a veces lo obvio nos da una gran sorpresa, en medio de este clima “clarinesco” de ilegitimidad del gobierno, de oposición mayoritaria, de crisis terminal de una gestión, de colapso económico y social, en donde parecen primar manifestaciones destituyentes, odio y desvalorización de la figura presidencial, los totales de estos dos campos así construidos (como toda construcción arbitrariamente) nos dan un contundente triunfo del oficialismo con 177.796 adhesiones frente a 70.462 adhesiones al bloque opositor.

Serie Chat-Adriana Soler

Hilando un poquito más fino hagamos una primera comprobación de orden estrictamente “político”: en el caso del oficialismo los dos grupos más numerosos (el del programa periodístico 6,7,8 y Cinta verde a favor de la ley de radiodifusión, que representan el 70% del arco a favor del gobierno) son espacios articulados en torno a una propuesta o a un objetivo ideológico determinado pero no en torno a una figura. Exactamente lo opuesto ocurre en el caso de la oposición, los que acumulan fans y “hacen número” son los referentes unipersonales de cada segmento, mientras que sus propios espacios institucionales (o los que dicen querer construir) son prácticamente inexistentes.
Las intervenciones en los muros y en los foros de los grupos “oficialistas” dan cuenta de que no todos son kirchneristas, es más, abundan los relatos de quienes no votaron a Cristina en el 2008 y reconocen que acuerdan con las medidas que se han tomado o que se intentan llevar a cabo. El estilo salvaje y obstructivo de la oposición es otro argumento de la toma de partido a favor del gobierno, y el cerco informativo del monopolio es percibido claramente como generador de un ambiente de represión y censura que también empuja al apoyo cada vez más abierto al gobierno. Esto nos ayuda a definir en qué términos hablamos de “oficialismo”; y esta no es una definición meramente exterior que etiqueta con este rótulo a los que se identifican con el gobierno y apoyan su proyecto, por el contrario, es lo que autoproclaman coreando el estribillo del tema de Barragán “soy la mierda oficialista” y que aparece como la metáfora que revaloriza el estar “a favor de” rebelándose frente al impostado “estar en contra”…de Cristina. Es notoria la convivencia armónica en estos espacios de los kirchneristas “orgánicos” con simpatizantes de Cristina (sobre todo congéneres) y militantes sociales de Derechos Humanos o de la comunicación, donde a veces alguien marca sus distancias pero se destacan las coincidencias; el funcionamiento de los foros no es óptimo pero marca cierto nivel de propuestas para el debate, y la actitud de contribuir a la difusión de información que se soslaya en los medios masivos también es de destacar. Y en referencia a la “acción” recordemos que contra todos los escepticismos, desconfianzas y temores que puede generar la “virtualidad” de estas nuevas formas de opinión y participación, el encuentro virtual se resolvió en movilizaciones reales y concretas de apoyo al modelo como la del 12 de marzo en capital, y que se viene replicando en otras ciudades del interior del país, acciones que el multimedio, por supuesto, no dio a conocer.
Una segunda comprobación de orden social y de suma relevancia, tema que fue planteado pertinentemente por Sandra Russo en 6,7,8, es la que surge de evaluar la composición social de estos grupos. Aunque el dominio de las TIC’s (tecnologías de la Información y las Comunicaciones) y el acceso a Internet crece permanentemente, no invalida el hecho de considerar a los usuarios de éstas como pertenecientes a la clase media argentina. Cuando la estrategia desestabilizadora de los sectores dominantes, con su discurso apocalíptico, que promueve la “crispación” y el descrédito político (y dicho en clave biologista…) discurso con que es inoculada toda la sociedad a través de sus medios de comunicación masivos, y parece contaminar inmediata y totalmente a la clase media como agente trasmisor por antonomasia de nuestra enfermedad endémica, es fundamental reconocer la importancia superlativa de que, al menos una parte de estos sectores medios, haya logrado en forma autónoma (es decir sin conducciones desde arriba o liderazgos carismáticos) encontrar nuevos canales para emerger haciéndose oír y diferenciándose, oponiéndose a cumplir el papel de cómplice, acompañamiento silencioso o carne de cañón golpista que históricamente han jugado.
Complejizar el panorama de la estructura social y política de nuestra sociedad en la vertiginosa coyuntura, nos debería ayudar a ensayar algunas conclusiones provisorias que, al menos para mi, son las siguientes: por un lado debemos reflexionar atentamente y profundizar al máximo el conocimiento y la comprensión de nuestra clase dominante, sin subestimarla o confundirla con los “mamarrachos” que ponen la cara ante las cámaras de televisión o demuestran su incompetencia en el Senado, esos son los lacayos. Debemos reconocer que los verdaderos poderes que manipulan a las lilitas, a los cletos o a los loles son capaces de cualquier cosa ante el menor intento de recortar, aunque sea mínimamente, sus privilegios. Son absolutamente intolerantes ante cualquier cambio que siquiera huela a “popular” porque entran en pánico, y ponen en marcha todos los recursos con que cuentan, que son muchos y siempre renovados. Hoy los vemos mentir con descaro, ocultar lo inocultable, lograr fallos judiciales injustificables, pero ayer nomás desabastecieron medio país en los piquetes y movilizaron a su favor a gran parte de la sociedad; antes disfrazaron a la Argentina de primer mundo y armaron la fiesta de pizza y champán mientras desmantelaban y regalaban el Estado con la anuencia de millones; un poco antes, cuando las cosas se pusieron serias, no tuvieron reparos en desatar el terror y el disciplinamiento violento, cuyas víctimas todavía lloramos…no están dispuestos a negociar y son de temer…hay que prepararse porque su objetivo y su único proyecto en común es volver a la fiesta…y nos falta una generación de experimentados cuadros populares para resistir el embate neoconservador.
Por otro lado, aunque es muy difícil mensurar y preveer el alcance de estos fenómenos, es muy importante atender (y aportar si se quiere) a este sustrato que emerge y va reconstruyendo redes en el tejido social arrasado por las “dos década más infames” (la del Proceso que prepara el terreno y posibilita la del neoliberalismo menemista). Esto plantea un desafío crucial, no sólo para “el progresismo” como conquista de un espacio de expresión y de acción de nuevo tipo, ante el ocaso (¿definitivo?) de los grandes partidos de masas, sino también y fundamentalmente para la clase política que pretenda conducir y capitalizar un proceso de transformación real y sostenido en el tiempo. Personalmente creo que es justamente CFK, por oportunidad histórica, por estilo, para ser congruente con su discurso y con sus medidas, la que debe y está en mejores condiciones de formular una nueva política de alianzas que se corresponda al nuevo escenario. Descreo totalmente de esa división del trabajo que lo pone a Néstor volviendo a ensayar siempre la misma construcción de “aparato”, confiando en las anquilosadas estructuras del PJ, cuyos caciques intermedios probablemente los traicionen por dos monedas o por el puestito inmediato superior que le ofrece la derecha. Parecería que no es audacia lo que le falta a la Presidenta, tal vez un equipo propio más amplio, más leal y creativo que le permita soltarle la mano a algunos y abrirse a incorporar a los extrapartidarios, a los que en medio de las terribles presiones de una opinión pública hostil no defeccionaron, por el contrario, salieron a comunicar y a defender con más claridad e idoneidad que la tropa propia, no van a traicionar si realmente se los convoca. De no tener Cristina la “cintura” necesaria para esquivar los golpes rivales con habilidad, tendrán que formarse las nuevas camadas de dirigentes del movimiento popular, y aunque eso requiere siempre mucho trabajo y mucha voluntad, parecería que algo se empieza a poner en marcha, ojala no haya que remontarla de atrás.
 
Serie Chat- Adriana Soler

Todo esto no significa que una “nueva política”, una política Siglo XXI, va a nacer y crecer en Facebook por “arte de tecnología”, ni que las redes informáticas le van a solucionar los problemas a la política. Apenas significa que Facebook ha exteriorizado y hecho visible algo que está ocurriendo en la sociedad, que intenta ser censurado por el poder hegemónico; ha demostrado que no son pocos los que ante la sospecha de un fabuloso engaño eligen tomar la píldora que los devuelva a la realidad como Neo en MATRIX, aunque la verdad no sea tan cómoda y demande una dura pelea.

Es cierto que una golondrina no hace verano pero, por lo menos a mi, observar estas primeras llegadas, me devuelven un poco de confianza en la condición humana.

Laura Huertas
22/03/2010
(Autorizo la reproducción total o parcial citando a la autora y comunicando su uso a lhuertas@ciudad.com.ar)



1 comentario:

  1. Bienvenida a la blogósfera, Lali!
    La verdad es que el planteo de Matrix es tan viejo como el mundo. Si no, pensemos en la maravillosa alegoría de la caverna de Platón. Qué bueno ser el tipo que logra desencadenarse y ver el Sol; lo bueno es que conoce la verdad; lo malo es que (como Neo) está predestinado (condenado?) a la lucha y, como bien decís, una vez elegida la pastilla correcta (una vez que salís de la caverna) no hay retorno más que para convencer a los otros de que lo que ven contra la pared sólo son sombras. Cuantos más Neos o filósofos platónicos haya, más claridad entrará a la caverna y al mundo.
    Adelante, Lali, con este nuevo emprendimiento.
    Un abrazo.

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