lunes, 1 de noviembre de 2010

Una muerte que es un develamiento

Si hubo una característica llamativa de este duelo fue su impotencia de hacer silencio. ¿Qué decir después de cinco días en que el estupor se expresó en una inédita irrupción de discursos múltiples pero coincidentes? Y no creo que esa caravana de dolientes que estallaba en consignas, en arengas frente al féretro, que se despachó en cánticos, que todo lo puso en palabras dichas o escritas frenéticamente en carteles, banderas, paredes, remeras, papelitos, haya sido pura irreverente liturgia peronista. No.

Hubo de todo claro, pero también era mucho más lo que había que expresar de lo que entra en una consigna, y todo imperioso, urgente, imprescindible. Era mucho más que el dolor por la pérdida de un líder carismático, todo se llenó de contenidos. No alcanzaba con las lágrimas por una muerte prematura e inesperada, ni con un “Gracias Néstor” por lo bien hecho y sanseacabó; está lo que queda, lo que dejaste, está Cristina y a ella mucho más que las condolencias a la viuda, mucho mas que el consuelo, el mimo, el aliento; a ella, porque es quien gobierna sin la menor duda, a ella “fuerza Cristina”, la decisión: firmes con vos, es la intuición certera, a cerrar filas, “no pasarán”, “ni un paso atrás”, por el contrario, el espaldarazo, vamos por más, a “profundizar el modelo”, ahora también con “los jóvenes” que vuelven a “la militancia”,que recuperaron los “sueños”, la “esperanza”, en este “regreso de la política”, con “memoria”, con “verdad” y con “justicia”.

Hubo que decir todo, hubo que decir tanto, todos dijeron. Los pobres que tienen trabajo, los viejos que cobran su jubilación, los chicos que van a la escuela porque tienen su Asignación, los docentes mejor pagos, los trabajadores con sus paritarias, hasta “el campo” rompió el alambrado de la Sociedad Rural para reconocerle a Cristina frente a todos que durante estos gobiernos no se remató ni una sola hectárea de campo en la Argentina, haciéndola quebrarse de emoción después de tanta injuria, de tanto ataque injustificado, hasta ese abrazo.

Los Presidentes Latinoamericanos Presentes y el enorme gesto de Santos pidiendo esperar a Chávez para ratificar juntos, frente al cuerpo de Néstor Secretario de la Unasur, el compromiso sellado con su mediación; Lula y Correa rompiendo todo protocolo y abrazando a Cristina como a una hermana, Mujica acompañado de una delegación multipartidaria con representantes de todo el arco político charrúa, Piñera viniendo con su mujer y Chávez con sus dos hijas, son gestos de una dimensión simbólica inconmensurable, es una alianza que funda la política del subcontinente sobre nuevas bases, sobre algo que va mucho mas allá del calculo de intereses, de la estrategia de coyuntura; hay un recupero de confraternidad, de hermandad de sangre, de historia y de destino.

Y el extraordinario foro abierto de 6,7,8 en la noche del miércoles, pura necesidad de estar presentes, pura catarsis, pura comunión. Lo mejor de la cultura, del arte, de la política (pero sin partidismo sectario), asumiendo en un acto germinal su rol de “intelectuales”, que por definición son las figuras de toda rama del pensamiento o de la creación que se comprometen y actúan en la vida política poniendo su saber al servicio de una causa. En ese acto, en vivo y en directo, con toda la espontaneidad de lo urgente, donde no se miden conveniencias, ni se ponen en juego vedetismos ni mezquindades, lo mejor de nuestra cultura, repito, le dijo BASTA a todo el discurso mediático denigratorio, a la estigmatización pública del kirchnerismo y sus figuras, le dijo BASTA a la hegemonía del monopolio y rompió amarras con la ideología dominante, rompiendo en un mismo gesto sus propios miedos, sus propias dudas y sus propios silencios.

Yo, como tantos y tantos que tomaron la palabra en estos días, no lo voté a Kirchner ni la voté a Cristina, pero cuando comenzaron a plantearse los posibles escenarios electorales y gran parte del peronismo insistía con Néstor 2011, mi “chascarrillo” doméstico era “No Néstor, es la hora de tu renunciamiento” porque ya era ella mi candidata firme para el próximo período. Y cuando él hace poco, y sin que se le diera mayor trascendencia al asunto, hizo el cambio de domicilio a su provincia natal y se agitaba levemente al hablar, entendí que daba un paso al costado para cuidarse, pero me puse contenta porque se perfilaba Cristina y la empezaban a medir en las encuestas. ¡Que lástima que no tuvo tiempo de explicitar ese gesto que intuyo decidido! ¡Que lástima que no pudo volver a la política de Santa Cruz, o avocarse a la Unasur, y recuperarse! ¡Que lástima aunque su muerte haya producido este sacudimiento necesario! Parece que esto se lo vamos a tener que agradecer a la muerte de Néstor. Hasta personalmente, yo que no soy peronista, yo que soy de izquierda, no de la izquierda infantil que rompe todo lo que toca, de la izquierda que es nada de política, sólo oposición estéril, que divide al campo popular y termina sumándose al coro de la derecha. Hasta yo que pertenezco a la otra izquierda, la que apoya este proyecto, la que reconoce el grado y la profundidad de las transformaciones en curso desde 2003, y el sentido inequívoco de las políticas implementadas, voy a tener que agradecerle a Néstor haberme permitido reencontrarme otra vez con mis banderas, estar otra vez totalmente de acuerdo con la línea de mi partido y con sus alianzas, volver a sentirme orgullosa de las posiciones del sector que me representa. No hay conflictos de conciencia, no tengo que hacerme peronista para ser coherente, ni tengo que matizar mi apoyo al gobierno para no contradecirme.

Entre el torrente de imágenes y palabras que nos devolvieron los medios estos días, volví a escuchar los discursos de Néstor durante su presidencia. Primero me sorprendió mucho no haber advertido el hondo contenido que tenían sus intervenciones, me sorprendió no haberlo apoyado inmediatamente, ya que me considero una persona atenta al pulso de la política. Pero enseguida me di cuenta que no me había distraído durante aquellos primeros años, que no me había equivocado por falta de análisis o por un error de apreciación. Lo que pasó es simplemente que no le creía, como nos habrá pasado a tantos, que leíamos aquellas palabras como más demagogia, como otro discurso vacío y mentiroso, otra burla más, entre tantas. Fue un conmovedor ejercicio volver a escucharlo y comprobar que hizo lo que decía que iba a hacer, que cumplió, que no nos engañó, que fue sincero hasta el sacrificio…

¿Y que van a decir ahora los bienpensantes operadores de la “oposición”, tan mediocres, tan previsibles? El primer intento de Rosendo Fraga de escribir el guión que al otro día repetía como loro el locutor de la CNN fue neutralizado inmediatamente por los buenos reflejos de los Víctor Hugo, los Lupi, los Fena Della Maggiora y de todo el pueblo que con su instinto ancestral supo al instante cuál era su lugar. Junto a Cristina, a muerte, ni por un instante dar lugar a la “ingobernabilidad” tan mentada. Ni un instante de duda, no nos van a torcer el rumbo. “Ni un paso atrás”. Pero los canallas de toda laya que están hartos de hablar de los setenta y que defienden a Clarín ya perdieron su cuarto de hora. Me preocupan los que se consideran buena gente, y que creyeron que tenían la integridad moral de oponerse a la prepotencia y la crispación de un gobierno corrupto. Aunque en este momento se sientan un poco estúpidos, deberían sacar de algún lado el valor y el coraje para reconocer que los usaron. Los festejos del Bicentenario comenzaron a hacer muy endebles las cantinelas del Grupo Todo Negativo sobre el odio, la violencia, “la gente” que los odia, que no aguanta más y que los quiere matar como dijo Lilita Descarrió. Pero la reacción ante la muerte de Néstor es un develamiento total, que deja al desnudo la mentira más grande y más burda de nuestra historia. De aquí en mas el que no quiera ver no es un incauto, es un hijo de puta. Espero que quienes fueron engañados puedan aceptarlo y reconocerlo con dignidad.

Los ateos no creemos que haya vida después de la muerte, pero con toda la fuerza de mi conciencia me gustaría saber que Néstor está viendo esto desde allá arriba…ojala, se estará riendo el tuerto…de esta batalla inesperada y decisiva que vino a ganar con su muerte…ojala…





martes, 5 de octubre de 2010

El PODER de los números…falsos


Aquella clásica distinción entre Docta y Doxa es un par que sigue siendo objeto de discusión y que renueva su validez en la actualidad, en la era de los “medios de comunicación” y el debate que generan.


Ha quedado establecido que “la palabra docta” es aquella que expresa el conocimiento científico o episteme, que emana del especialista, del que sabe mucho sobre el tema en cuestión, y que sus “dichos” pueden ser demostrados empíricamente, que son el resultado de la investigación y de la experimentación. El enunciador docto por antonomasia es el “científico”, sobre todo identificado con las ciencias naturales y exactas, es decir con las “ciencias duras”, aquellas donde el 0 es igual a 0 y el 1, es igual a 1 y no puede quedar duda sobre eso. A partir de aquí la verdad del “dato” es incuestionable y, así como el “científico” ha quedado asociado en el imaginario social a probetas y tubos de ensayos, a cálculos y complejas ecuaciones, a disecciones y microscopios, la “verdad” también se asocia y se comprueba con estadísticas y números.
La realidad traducida a números es incuestionable.

Las Ciencias Sociales han tenido y tienen que luchar con estas representaciones, ya que ellas tienen que vérselas con otras cuestiones donde intervienen infinidad de variables que no podemos “contar” literalmente hablando; todo lo que involucra la subjetividad humana es difícil de medir y requiere de métodos que atiendan también a la “calidad” de los fenómenos investigados, los famosos métodos cualitativos…pero eso es un tema muy largo…

En contraposición a la palabra docta o científica tenemos la Doxa, o lo que comúnmente llamamos “Opinión”. La opinión es lo que nos queda al común de los mortales, la cual se forma en base a fenómenos que percibimos a través de los sentidos, hace más o menos frío, es blanco o tira al gris clarito, me cae más o menos simpático. La opinión es siempre relativa y cuestionable, y el valor de verdad contenido en una opinión será mayor o menor según que tanto nos hayamos aproximado al tema, desde qué lugar o posición hayamos experimentado la cuestión, cuánto lo hayamos observado, depende también de nuestra capacidad intelectual, de cuánto hayamos estudiado y de la valides de los datos a que apelemos para respaldar nuestras aseveraciones. En la vida cotidiana la veracidad de nuestras opiniones generalmente no le importa a nadie, y uno puede darse el lujo de opinar como se le cante en tanto no afecte a otros, es decir, si para mí la comida está siempre sosa y abuso de la sal, no sería un problema a menos que el que coma lo que yo cocino reviente por un pico de presión arterial.

Pero en la sociedad de la información, la opinión que nos formamos acerca de las cosas se basa, no en lo que dicen nuestras papilas gustativas o nuestro tacto, sino en lo que otros nos dicen sobre la realidad; y esos otros que llegan con sus opiniones hasta nosotros lo hacen a través de los medios de comunicación.

Tradicionalmente los medios gozaban de nuestra más absoluta confianza; no sé si porque dábamos por descontado que las opiniones vertidas en ellos eran “doctas”, es decir veraces, o porque éramos terriblemente ingenuos, lo cierto es que para demostrar la veracidad de un hecho bastaba con afirmar que “salió en el diario!!!”. Hoy las cosas están cambiando, no solo en nuestro país sino en el mundo, y la idoneidad de los “formadores de opinión” está puesta en duda. Los medios son concientes que están perdiendo su principal capital, aquello que nos hacía creer acríticamente lo que nos decían: su credibilidad.

Tanto la “palabra autorizada”, es decir la que está firmada por alguien que se supone experto o autoridad en el tema, como el prestigio editorial con el que tal o cual medio respaldaba sus contenidos está siendo cuestionado. Entonces las empresas de la información han encontrado la manera de hacerse creíbles apropiándose de una legitimidad que no les pertenece. Se han apropiado del prestigio y de la credibilidad social de los NÚMEROS. Y nos mienten descaradamente difundiendo una cantidad de datos apócrifos que no tienen el menor sustento real.

Ya estamos en campaña para la oposición que ha perdido, si es que alguna vez lo tuvo, todo límite ético, todo profesionalismo, toda dignidad y hasta la vergüenza. Abundan los ejemplos recientes …y el gobierno es responsable por no haber resuelto lo del Indec. Pero no todo es el Indec, las “consultoras” privadas lo admiten con descaro, ellos van a ocuparse de difundir números “altos, muy altos” de inflación para aportar a la “crispación”; o el tan mentado 40% de recorte al presupuesto de la Corte Suprema como un “ataque”, “otra envestida del gobierno contra la Justicia” con el que nos taladraron el cerebro, cuando la realidad es que se le otorgó este año el porcentaje más alto del total solicitado en los últimos 10 años, y el mismo Zaffaroni salió a desmentir esa atrocidad.

Pero acá los únicos responsables tenemos que ser nosotros mismos. Es muy fácil sentarse frente al televisor y después salir a repetir como loros (y que me perdonen los loros) lo que escuchamos, sin el más mínimo esfuerzo intelectual de verificar las fuentes, de analizar el sentido de lo que nos están diciendo, de confrontar información. Y lo que es peor aún, sin tomarnos el trabajo de hacer el ejercicio de realismo crítico más elemental: conectarnos con nuestra propia realidad. Porque esta retahíla apocalíptica la repiten y la amplifican los sectores que vemos como, mientras destilan odio contra la Presidenta, acceden con impudicia a un nivel de consumo desenfrenado, y cambian autos, compran casas de lujo, se hacen la piscina, vacacionan todos los fines de semana y se atiborran de artículos suntuarios…pero no hablo de burguesía que, como vivimos en el sistema capitalista, por lo menos pone en riesgo un capital, invierte, produce, genera trabajo…no, cuando miramos a estos encarnizados opositores que dicen vivir en el infierno kirchnerista mientras consumen como burgueses, vemos que son empleados en relación de dependencia, pequeños comerciantes, docentes que conocemos de toda la vida y nunca estuvieron mejor. La cultura de la clase dominante es la cultura dominante dijo Gramsci.
Se largó la campaña electoral, que va a ser sucia. Podemos tener algunos muy buenas razones para no votar al oficialismo, pero no podemos ser indiferentes al engaño más burdo, a la mentira más alevosa. La oposición largó la campaña y una de sus armas más efectivas están siendo los números…falsos.

¡Señoras y señores! ¡Bienvenidos a MATRIX!!!!

domingo, 29 de agosto de 2010

¿Nike es tu cultura hoy?

Contra quienes descreen en la rebeldía juvenil (siempre fueron muchos) la cultura rockera ha dado muestras una y otra vez de su vitalidad y de su capacidad de contestación, interpelando a las nuevas generaciones que, en general, han respondido convocándose y movilizándose tras sus consignas. Cada tanto la mejor flor (…la mejor de la planta más dulce!) sacude esas fibras profundas de la conciencia joven, y los Redondos han sido una de estas flores. El tema “Nike es la cultura” es una buena excusa para repasar a Gramsci y plantear esta cuestión de la cultura hegemónica.


Sabemos desde Marx que en toda sociedad dividida en clases se ejerce la dominación de la clase explotadora sobre las clases explotadas y que el objetivo es la apropiación privilegiada por parte de la clase dominante de la riqueza producida socialmente. Esta es una relación de poder basada en la coacción física, para lo cual las clases dominantes han ejercido y mantenido el monopolio de la violencia legítima (el estado) logrando así obediencia. Pero para evitar el recurso permanente a la coacción, las clases privilegiadas han logrado, a lo largo de la historia, legitimar su posición dominante y lograr la aceptación de las clases dominadas. El poder legítimo es aquel que logra obediencia voluntaria a la autoridad de la clase o fracción dominante, lo que involucra cierto grado de creencia extendida e interiorizada en las clases subalternas sobre su bondad y sentido. Aunque estas visiones no desconocen el peso de la amenaza de coacción contenido en la obediencia, lo que se vuelve problemático es esa “creencia” en el obedecer…

Gramsci intuye que la voluntad, la ilusión, la idea del cambio, del rebelarse, de la revolución, es vulnerable frente al poder, está asediada por la construcción hegemónica de la clase dominante que logra la aceptación por parte de las mayorías de su condición de dominados. “Hegemonía” en Gramsci es la capacidad de un grupo de la sociedad de lograr “consenso” entre las clases dominadas Pero ese consenso en Gramsci tiene poco de consensuado, no es naif ni una decisión fruto de la reflexión conciente.

Gramsci postula que ya no es solo a través de los aparatos represivos del estado que las clases dominantes imponen su dirección, sino a través de las instituciones de la “sociedad civil” como prolongación de los órganos de gobierno. La burguesía logra coaptar la voluntad de los sectores subalternos apelando a estas instituciones relativamente autónomas del estado gobierno, como las educativas, religiosas, sindicales, asociaciones profesionales, medios de comunicación, etc. las clases dominantes consolidan su poder y logran difundir su visión del mundo. Estas instituciones privadas auspician a su vez determinados modos de comportamientos que suponen hábitos, costumbres y prácticas detrás de las cuales operan determinadas creencias, valores, estructuras normativas que le dan sentido a ese mundo de vida … según los intereses de la clase dominante. Pero tampoco ese “consenso” es un estado absoluto y monolítico al que se llega de una vez y para siempre, es una relación entre las clases siempre provisoria, es la sumatoria inestable de los distintos tipos de consenso individuales que da por resultado la posibilidad de la dominación de una clase o fracción sobre el resto de la sociedad. Si bien es construido por el poder, es impuesto, creo que Gramsci no habla de obediencia porque ésta parece remitir más al miedo y a la sumisión que oprimen definitivamente. El consenso en cambio es maleable, y por eso cobra importancia capital en su teoría el papel de los intelectuales orgánicos, encargados de dar homogeneidad y conciencia de su propia función a la clase.

Antes que ejercer el poder de una manera dictatorial, la burguesía lo ejerce de una manera hegemónica, es decir, orientando la voluntad, ganándose la adhesión de los sectores subalternos. “Adhesión que se produce cuando se logra la identificación entre los intereses de las clases dirigentes y los de las clases subalternas, cuando los sectores subalternos se conforman a la perspectiva burguesa, cuando proyectan sus propias aspiraciones en los intereses de la burguesía” .

Gramsci no era un teórico de escritorio, era un militante que fundó el Partido Comunista Italiano. No lo movía la búsqueda de conocimiento abstracto sobre la sociedad, sino la búsqueda de recursos estratégicos para el triunfo de la Revolución. No tiene dudas sobre el papel y la importancia de la organización y de la vanguardia que debe crear conciencia, ser motor de la solidaridad y ejemplo, ser la dirección del proletariado; pero para ello hay que ganar las voluntades, convencer que el cambio es posible y desterrar la idea tan inculcada de que la sociedad solamente puede ser así, como ha sido siempre: desigual e injusta.

Gramsci no llegó a conocer las Nike ni vivió en la apoteosis de la sociedad de consumo, pero entendió bien la lógica del capitalismo, la capacidad de las clases dominantes para operar sobre las conciencias y volverse hegemónicas. “El orden actual se presenta como algo armónicamente coordinado, establemente coordinado, y la muchedumbre de los ciudadanos vacila y se asusta en la incertidumbre ante lo que podría aportar un cambio radical. El sentido común, el torpísimo sentido común, suele predicar que más vale un huevo hoy que una gallina mañana. Y el sentido común es un terrible negrero de los espíritus.”

Nike es la cultura hegemónica hoy, que nos dice que para ser hay que tener Nike, hay que comprar Nike, hay que tirar las que usaste ayer para volver a comprar hoy otras Nike, y así resolver nuestro propio e individual día a día, sin que te importe nada ni nadie, sin que te importe otra cosa que poseerlas… “Just do it” (SÓLO HAZLO) es su slogan. Es el “sentido común” negreando con nuestros espíritus.

Sin embargo él confía en la conciencia y en el poder de los ideales: “Marx significa la entrada de la inteligencia en la historia de la humanidad, significa el reino de la consciencia (...) El hombre cobra conciencia de la realidad objetiva, se apodera del secreto que impulsa la sucesión real de los acaecimientos. El hombre se conoce a sí mismo, sabe cuánto puede valer su voluntad individual y cómo puede llegar a ser potente”. También nos dice que la clase dominante, “la clase que posee el instrumento de producción se conoce ya necesariamente a sí misma, tiene consciencia, aunque sea confusa y fragmentaria, de su potencia y de su misión. Tiene fines individuales y los realiza a través de su organización, fríamente, objetivamente, sin preocuparse de si su camino está empedrado con cuerpos extenuados por el hambre o con los cadáveres de los campos de batalla.” Ahora su camino está empedrado con consumidores de Nike… Pero Gramsci no se desalienta y nos advierte que “toda revolución ha sido precedida por un intenso trabajo de crítica, de penetración cultural, de permeación de ideas a través de agregados humanos al principio refractarios y sólo atentos a resolver día a día, hora por hora y para ellos mismos su problema económico y político, sin vínculos de solidaridad con los demás que se encontraban en las mismas condiciones.”

Aunque el diablo esta en el cielo…el Indio hizo su trabajo de critica penetrando con estas ideas la cultura, y hoy los “pibes” vuelven a la política y, probablemente, traigan algo de ese bagaje.


Laura Huertas

jueves, 26 de agosto de 2010

Desarmando el discurso hegemónico. ¿Para qué estudiar Historia?

Hace unos días tuve el placer de presenciar una clase de Nicolás Iñigo Carrera, historiador investigador del CONICET, en la que expuso los resultados de los estudios del PIMSA (programa de investigación del movimiento de la sociedad argentina) sobre la situación de la clase obrera durante el menemismo.

Además de difundir el contenido de la charla, creo que este es un muy buen ejemplo del tipo de construccion hegemónica que distorsiona la realidad y de los objetivos que persiguen estos falsos discursos. También es una buena oportunidad para reflexionar y entender por qué es importante conocer la Historia…pero no creernos cualquier historia.

Iñigo Carrera comenzó aclarando que al estudiar la sociedad y su transformación se puede observar su movimiento “coyuntural” que, según Gramsci, sólo nos permitirá hacer una crítica mezquina de la actuación de los dirigentes, o atender al movimiento “orgánico” de las relaciones entre sus clases y fracciones cuyo conocimiento dará lugar a una verdadera crítica de la sociedad en cuestión. Partiendo de esta premisa y con el objetivo de conocer el movimiento orgánico de la sociedad argentina, PIMSA lleva registro diario, desde diciembre de 1993 hasta la fecha, de todos los “hechos de rebelión” que se realizan en el país, y los clasifica según los sectores o capas sociales que participan en ellas, quedando el total de las acciones dividido entre las protagonizadas por: asalariados (ocupados y desocupados); pequeña burguesía o sectores independientes (comerciantes, profesionales, chacareros, etc.); estudiantes; movimientos sociales (DDHH, pueblos originarios, feministas, ecologistas) y sectores propietarios. Es decir que los resultados que expuso están basados en datos rigurosos de la realidad y no son simples opiniones o apreciaciones personales.

Para introducirnos en la situación de la clase obrera en la década del ’90, Iñigo Carrera describió los grandes ciclos del desarrollo capitalista en nuestro país, marcando un primer período largo desde aproximadamente 1870 hasta la década de 1950 en que el crecimiento capitalista se da en extensión (reconversión de todo el sistema de producción a formas capitalistas, creación e integración de un mercado nacional, etc.), y un segundo momento en que el capitalismo criollo va a crecer en profundidad (tecnificación, industrialización). A mediados de la década del ’70 se potencia y se hace abiertamente observable lo que se venía dando desde 1950 cuando se crean por la fuerza las condiciones para un acelerado proceso de concentración de la riqueza con el dominio del capital financiero. La constitución de esta alianza social dominante es concomitante con un empeoramiento de las condiciones de vida y de trabajo, pauperización y empobrecimiento de amplios sectores que simplemente son descartados como sobrante para el capital. Para contener la resistencia social y garantizar la continuidad de los sectores dirigentes, se apela al golpe de Estado de 1976 y la puesta en marcha del plan de exterminio y terror que, inmediatamente, baja el salario mínimo a la mitad. A partir de aquí la desocupación rompe su techo histórico que rondaba el 6%, se duplica la mínima (12%) y se cuadriplica la máxima, llegando al 24% durante el menemismo.

Para que este ataque feroz a los más pobres de la sociedad pueda llevarse a cabo, Iñigo destaca que en la década del ’80 las ciencias sociales, sobre todo desde Europa, comenzaron a anunciar “el fin del proletariado como clase fundamental de la sociedad capitalista”. Argumentando que el desarrollo tecnológico e informático con el consiguiente aumento del trabajo calificado y profesional de alta capacitación, empujaban a la ampliación de la clase media, estos fenómenos marcaban la desaparición de la clase obrera como motor del cambio y anunciaban la llegada de los “nuevos movimientos sociales” (policlasistas por definición y constituidos en torno a identidades diversas, no a su identidad en tanto trabajadores) como el nuevo actor fundamental de la transformación social. Estas “novedades” en el discurso apuntaban a debilitar moralmente a la clase obrera en todo el mundo, a hacerle perder su iniciativa histórica y la conciencia de su poder.

Nuestro país no es ajeno a este discurso devenido hegemónico; el “sentido común” impuesto por nuestra clase dirigente asume como real, por ejemplo, que los trabajadores no se opusieron a las políticas neoliberales implementadas durante el menemismo, y esta certeza se esgrime no tan solo como prueba del achicamiento de la clase obrera, sino que además pretende hacer cómplices en el campo político a las masas peronistas por los “efectos colaterales” del plan económico implementado en esos años. Iñigo Carrera nos cuenta que ante cada auditorio frente al cual expone estos temas hace la misma pregunta a modo de experimento: ¿cuántos paros generales convocó la CGT durante el gobierno de Alfonsín? Inmediatamente todos responden con seguridad y generalmente aciertan o se aproximan (fueron 13). Cuando pregunta ¿cuántos paros le hicieron a Menem? Sistemáticamente en todos los ámbitos las respuestas son dudosas, arriesgan uno, dos o ninguno. Pues no, fueron 9 paros generales durante el menemismo, y aunque la relación es casi la mitad según la duración de cada gobierno, lo cierto es que esos nueve paros fueron invisibilizados totalmente, desaparecidos. Pero lo más importante es que de los más de 7.400 hechos de rebelión colectiva registrados durante el período (manifestaciones, cortes de ruta, conflictos laborales con movilización, marchas, puebladas, etc.) el 35,9% fue protagonizado exclusivamente por asalariados, más un 2,7% en que los asalariados eran acompañados por otros sectores (38,6% del total). Medidos por año los porcentajes son similares y su punto más bajo se registra en 1999, en que representan el 32%; pero esta disminución se debe fundamentalmente a que ese año subieron mucho los hechos protagonizados por la pequeña burguesía u otro sector, como el estudiantado y los docentes que en 1997 realizaron el 33% de los hechos de protesta, sobre todo motivados por la defensa del sistema educativo en ocasión de la Reforma.

Para terminar de desarmar la mentira del discurso hegemónico digamos que los episodios de protesta protagonizados por sectores no pertenecientes a la clase obrera representan en el mismo período: el 7,3% empresarios o dueños de sus medios de subsistencia, 7,2% movimientos de desocupados y/o políticos, 6,7% estudiantado y el 3,2% corresponde a los realizados por “nuevos movimientos sociales”. Por último un 6,3% fueron hechos espontáneos como saqueos o cacerolazos en que participaron distintos sectores.

El historiador se pregunta y nos pregunta ¿cómo puede haber tanta distancia entre lo que dicen los datos “puros y duros” y lo que se vuelve lugar común, representación social, imaginario colectivo, historia oficial o como quieran llamarle? ¿cómo se construye una “realidad virtual” tan diferente a la que nos muestran los datos concretos?. Podemos ser pesimistas y ante la constatación del inmenso poder de seducción y convencimiento del discurso hegemónico simplemente rendirnos, o podemos desarrollar y sostener una lectura implacablemente crítica del mundo que nos rodea en todas sus manifestaciones. Esto se vuelve un imperativo, no sólo para el conocimiento de nuestro pasado, es una lucha que debemos sostener hoy más que nunca en lo cotidiano, y sabemos todos de qué estamos hablando: de medios de comunicación de masas en manos del enemigo.

Podríamos concluir rescatando la total validez de estas palabras, surgidas de otra coyuntura y publicadas en el editorial del Semanario de la CGTA, presumiblemente escritas por Rodolfo Walsh, su director:

“Nosotros seguiremos creyendo en lo que menos se ve, en ese hervor que anida en las fábricas, los obrajes y las villas, esperando su cauce, su organización, su verdadera unidad combatiente. Mientras los funcionarios y los ejecutivos se tuestan en los balnearios de moda y calman en la ruleta su fatiga mental, millones de compañeros seguirán sudando en las fundiciones, congelándose en las cámaras frigoríficas, manejando los trenes y los puertos, dejando la vida en el yerbal o en el monte, moviendo el país con la misma fuerza, la misma furia subterránea con que un día pueden pararlo, y otro día darlo vuelta.

“Esa es nuestra apuesta, para siempre.”

lunes, 29 de marzo de 2010

IMPRESIONES SOBRE LA MARCHA

 
A pocos días de realizada la Marcha por la Memoria, particularmente importante en ésta coyuntura, con mis propias impresiones recogidas en directo, y atendiendo a las distintas crónicas que nos dejaron los medios y los sectores que se movilizaron el miércoles 24 de marzo, creo que estamos en condiciones de presentar un poco más distanciadamente los hechos significativos que quedaron expuestos.

La previa: Éste año la convocatoria se da a partir de un consenso extendido sobre la trascendencia distintiva de esta marcha. Primero digamos que el rasgo característico de la coyuntura es el hecho insoslayable para todos de estar frente a una ofensiva de la reacción, sin lugar a dudas en su punto álgido desde el retorno a la democracia, y creo que esto fue claramente percibido por el grueso de la movilización y por encima de alineamientos políticos. Pero ese consenso está a su vez atravesado por múltiples y hasta contradictorias motivaciones; tratemos de identificar a cada una y desde ahí entender sus posiciones. El ancho y difuso campo del progresismo sin partido, esos sectores de clase media huérfanos de representación que se resisten a ser incluidos entre la “gente” repetidora de consignas de Clarín, entendió que esta era una oportunidad, más allá de la profundidad de su compromiso con la causa de los derechos humanos, para expresar su apoyo a la política oficial. En el caso de las organizaciones defensoras de los derechos humanos afines al gobierno (Madres y Abuelas) son absolutamente obvios sus motivos para “kirchnerizar” esta marcha, además de partir de la misma percepción de coyuntura y de que puedan tener acuerdos políticos de otra índole, lo cierto es que los juicios a los mayores represores están en marcha, que ha habido avances sustanciales en algunas causas y, fundamentalmente, que está en el vórtice del tornado el tema de los chicos adoptados irregularmente por Herrera de Noble. No es puro desquicio lo que está llevando al monopolio a tomar medidas de emergencia extrema en relación a esa causa, tanto como para empujar a sus cuadros en el Poder Judicial a realizar arbitrariedades injustificables; podemos presumir que si esa causa se resuelve y se demuestra que “la berlusconi” argentina es una apropiadora de hijos de desaparecidos estaríamos frente a un hecho que, en sí mismo, puede torcer el curso de esta historia. La alianza estratégica de Cristina con las Abuelas es tan prioritaria que la Presidenta hizo público su compromiso y su determinación de llevar este caso a tribunales internacionales si fuera necesario. Dado esto no puede sorprender ni contrariar a nadie que las organizaciones de DDHH mayoritarias organizaran la Marcha de este año solidariamente con el gobierno enmarcándolo en el Bicentenario.
Pero sin embargo hubo contrariados. El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, como todos los años programó concentrarse en el Congreso pasado el medio día y marchar a Plaza de Mayo, donde estimaban llegar a las 16 hs, para cerrar allí con la lectura de su documento. En el Encuentro convergen, según sus dirigentes, más de 300 organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, políticas y sociales, entre ellas la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos, que marcharon junto a los partidos de la izquierda trotskista (PO, MST, PTR, PSA), Barrios de pie, Proyecto Sur, o lo que podríamos sintetizar como la izquierda Anti-K. Las consignas que llevaban eran: “Cárcel común a todos los genocidas”, “Restitución de la identidad de los jóvenes apropiados”, “Aparición con vida de Julio López”, “NO a la criminalización de las luchas”, “Basta de gatillo fácil”, “Basta de inflación despidos y patotas”, “Aumento de salarios YA!”, “No al pago de la deuda externa” y “Fuera el imperialismo de América Latina.” No vamos a repasarlas todas, pero según entiendo sólo en una hay diametral diferencia con las orientaciones del gobierno (que pretende pagar la deuda externa). Desde el MVJ se pone especial énfasis en el reclamo por la aparición de Julio López, tema gravísimo por haber desaparecido en democracia, pero es bien distinto que el caso Kosteky-Santillán; Etchecolatz fue condenado y hasta donde sabemos no hay ninguna sospecha que el gobierno haya tenido alguna responsabilidad sobre el secuestro. Tenemos más de cien Hijos que recuperaron su identidad, no se reprime la protesta social, se abrieron las paritarias después de mucho tiempo, crece la ocupación y el trabajo en blanco y sigue rigiendo la doble indemnización; y en política hemisférica la Presidenta ha tomado posiciones claras en cuanto a las bases en Colombia, y el golpe en Honduras, denunciando pública y directamente a Obama por no haber interferido para la restitución de Zelaya, además claro del tema Malvinas. Con esas consignas en alto repudiaron en su documento la realización del “festival que pretende impedir el ingreso a la Plaza de las columnas de MVJ. Ratificamos que la marcha del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia partirá a las 15 de Congreso para llegar a las 16 a Plaza de Mayo; donde desarrollará su acto denunciando la impunidad de ayer y de hoy; hacemos responsable al gobierno por la realización de nuestro acto y por la seguridad de los asistentes a nuestra multitudinaria marcha.” (texto completo y otros comunicados en : http://30anios.org.ar/wordpress/)

La Marcha: No puedo más que contar lo que yo vi…Llagué a las dos de la tarde a la Plaza de Mayo desde la Casa Rosada y caminé toda Av. de Mayo hasta Lima donde tenía una cita. La Plaza estaba dividida al medio por vallas y montado el escenario para el festival, pero ya el lugar estaba lleno de gente de la organización y se iban emplazando todo tipo de banderas y estandartes en que dominaba el blanco y celeste. Del Cabildo en adelante estaban ubicadas las columnas, aunque era temprano y la densidad de ocupación era baja, no había espacios libres entre una agrupación y otra. En la apertura Madres y Abuelas, la JP bonaerense, el Movimiento Evita, La Chilinga que calentaba los parches y haciendo mover hasta las piedras, el Peronismo 26 de Julio, La Cámpora…y así hasta la 9 de Julio. Ahí concentraba Nuevo Encuentro, con quien marché, formando una impresionante columna en que se destacaba un primer bloque de Carta Abierta y casi dos cuadras de banderas rojas del PC y otra más del PS. A eso de las cuatro de la tarde cuando la cabecera del Nuevo Encuentro apenas abría cruzado Cerrito con dirección a la Plaza y no se avanzaba, un amigo venía desde Congreso y nos dijo que detrás nuestro también estaba toda la avenida llena hasta Entre Ríos, y que de allí venían las columnas del MVJ. Decidimos con mi hermana salir a recorrer y caminamos hacia la Plaza, ahora por la vereda y con dificultad porque la cantidad de gente era impresionante, una verdadera multitud. Cuando volvíamos a nuestra columna, que seguía más o menos en el mismo lugar, cruzando una bocacalle, miramos hacia Diagonal Norte y vemos el río de banderas rojas que también avanzaba por esa avenida hacia la plaza. Caminamos hasta allá y nos encontramos al MVJ que, como no había podido llegar a la Plaza de Mayo como tenía previsto, dobló en 9 de Julio y tomó la diagonal. Eran muchísimos y encontrarlos ahí, sinceramente, me emocionó y me alegró porque eran casi tantos como los que marchábamos por Av. de Mayo y duplicaban la movilización…eso sí, era otra marcha, cada partido iba acordonado con palos largos, muchos de los compañeros de seguridad que formaban el cordón tenían las caras tapadas y cada uno llevaba un bastón en la mano, no precisamente para ayudarse a caminar. Eran formaciones antirepresivas, que resultaban claramente, y provocativamente, anacrónicas. Pero bueh!, aceptando que cada marcha es también un ejercicio de organización, y teniendo en cuenta la composición homogéneamente juvenil…los dejamos y volvimos bajo nuestras banderas que seguían más o menos en el mismo lugar. Hasta que a eso de las cinco la cosa empezó a marchar, se aceleró el paso y en quince o veinte minutos ya estábamos llegando al Cabildo. Se oía en el palco la lectura de las adhesiones, se veía la plaza colmada, blanquiceleste parejo y mucha gente en las veredas que aplaudía y saludaba a las columnas que iban pasando. La marea roja en la que yo venía, giró alrededor del Cabildo y nos encaminamos por Diagonal Sur como para desconcentrar…
La primera reacción en el momento fue casi de desconcierto; y la pregunta de rigor incontenible fue…¿le dejamos la Plaza a los peronistas?...y, si, la marcha estaba terminando, fue un éxito de participación rotundo, ahora empezaría el festival y si querías quedarte a escuchar a los artistas era el momento de buscarte un huequito por tu cuenta desde donde poder escuchar, ese era el programa. La fecha, el escenario, el micrófono, la Plaza “es” de las Madres y las Abuelas, y la política debe tener en cuenta estas cuestiones, son temas que se conversan y se acuerdan entre las direcciones y, para mí, ya era hora de empezar a volver a casa.

El noticiero pronto y los post en Internet después se encargaron de mostrar que, lamentablemente, no todo el “campo popular” que se dio cita el 24 de Marzo de este año para marchar por Memoria, Verdad y Justicia y para expresar la determinación que NUNCA MÁS permitiremos que se avasallen nuestros derechos, que se repriman nuestras luchas, que se asesinen, encarcelen, torturen y desaparezcan a nuestros militantes políticos y sociales, tenía conciencia de estar expresando esta determinación frente a un enemigo que es el mismo y común.
Otra vez en nuestra historia, como entre el ’55 y el ’73, cuando la relación de fuerzas puede volverse favorable a los sectores populares que se comprometen con un proceso de transformación profunda de la sociedad, y se enfrentan a las fuerzas de la reacción que se unen y se reorganizan para echar por tierra las conquistas conseguidas por el pueblo, nuevamente esa fuerza acumulada se desgarra, se desangra, subsumida en la antinomia peronismo-antiperonismo. No es esa la contradicción principal.
A los compañeros de la izquierda trotskista, al progresismo de izquierda que se referencia en figuras valiosas como Pino Solanas, a esos miles de militantes populares abnegados e imprescindibles, ¡¡¡los queremos y los necesitamos con nosotros!!!…no pueden compañeros ir a romper un acto donde está lo mejor del pueblo tirándole un camión encima a mujeres y niños porque ustedes quieren leer un documento en la Plaza de Mayo!!!, no pueden decir que les impidió llegar por Av. de Mayo una patota de la Juventud Sindical cuando lo que les impedía avanzar eran miles y miles de compañeros que estaban ahí defendiendo las mismas consignas, no pueden pensar que esto fue una “provocación” del Gobierno Nacional cuando el enemigo que acecha al gobierno es infinitamente más poderoso y es el mismo que va contra ustedes…El oficialismo también tiene que replantear sus alianzas y sus estrategias. El sectarismo de algunas figuras es notorio y contraproducente, el aparato del PJ puede ser una efectiva maquinaria electoral pero también es un foco de corrupción y de desencuentros.
Aquel período glorioso de nuestra historia, en que se formó una generación que, más allá de todos sus errores, puso su vida y su combate al servicio de los mejores sueños, también se gestó a partir del “huevo de la serpiente” de la lucha política entre peronistas y antiperonistas; sabemos cómo terminó. Estudien la historia compañeros. No repitamos nuestras propias tragedias…Tenemos una nueva oportunidad...

Laura Huertas


El MVJ con sus propias palabras:

Cabecera de la marcha y su entrada a Plaza de Mayo


Entrevista

viernes, 26 de marzo de 2010

LA POLÍTICA EN FACEBOOK. ¿Algo nuevo bajo el sol?

Percibir un fenómeno en su origen y detectar que ese fenómeno puede tener impacto en la sociedad, es algo que no ocurre todos los días y que activa la curiosidad, por lo menos en mi, por observarlo, auscultar sus posibilidades, entenderlo y, tal vez, evaluar sus usos como herramienta para aportar al cambio…Es algo que está sucediendo y que nos puede decir mucho si logramos interpretarlo; por eso me dedique a hacer estos días un paseo por los espacios de “La Política en Facebook”.


SerieChat- Adriana Soler

Esto no tiene ninguna pretensión de exhaustividad, simplemente me puse a buscar páginas de grupos y personalidades de la política nacional, registrando la cantidad de fans, y haciendo una recorrida de sus muros como para tratar de detectar alguna característica distintiva…es decir, es un recuento básicamente cuantitativo de actos de adhesión (clicks con el mouse en el botón HAZTE FAN – cuestión que merece una discusión en sí misma: el reemplazo de la palabra “Fan” tan superficial y farandulera, por apoyo, afiliación, adhesión, voto o algo que implique una mínima elección racional y fundada sería deseable).
Intenté incluir en la búsqueda a los referentes principales del oficialismo y la oposición, tanto sus páginas institucionales como las de sus líderes destacados, y los grupos “en contra de…” de los cuales hay muchísimos, sobre todo de Cristina…pero ante lo obvio aparecen las sorpresas. Queda claro que esto tiene serios problemas, hay grupos que se contienen unos en otros, la mayoría es fan de varios grupos afines, y como no tengo ni la intención ni las posibilidades tecnológicas como para filtrar y cruzar miembros, infiero que esto ocurre en todo el arco y tomo las cantidades tal cual aparecen en cada página. El crecimiento de algunos espacios es vertiginoso, de un día para otro puede haber cientos o miles de nuevos fans, y se crean cientos de grupos diariamente, por eso aclaro que tomé todos los datos los días 19 y 20 de marzo…y ahora paso a contarles lo que encontré…
Para ir de lo general a lo particular digamos primero que la política ha pasado a ocupar un lugar destacado en Facebook, pese a que este rasgo no se encuentra en su “origen” como red social estudiantil y pese a que es de público conocimiento el financiamiento de la empresa por parte, entre otros, de un fondo de inversión fuertemente vinculado a la CIA, parecería que esto no ha condicionado las tendencias dadas por el uso y podríamos afirmar que Facebook se ha “politizado” rápidamente. También podríamos aventurar que esta politización es notoria en el ámbito latinoamericano, ya que poniendo “grupos” en el buscador (en español) inmediatamente se destacan los grupos colombianos, venezolanos, chilenos y argentinos relacionados con la política doméstica. Cualitativamente dejan bastante que desear, se basan en esa lógica simplista de amor-odio, amigo-enemigo y apuntan a las grandes figuras de la región (Chávez, Uribe, Correa y Cristina, o a organizaciones como las FARC); y a primera vista hay una proliferación de grupos que expresan lo peor de la política. En torno a estos líderes que mencioné se destacan “los grupos contra” que se despachan dando rienda suelta a manifestaciones racistas, xenófobas, fascistas, gorilas y todo lo que tal vez en otros ámbitos se inhibe. Esto viola cláusulas que prohíben “grupos con temáticas discriminatorias o que inciten al odio y falten al respeto y la honra de las personas” (Wikipedia) por lo cual se ha incluido una opción para denunciar, aunque desconozco si se aplica efectivamente. Pero, para el caso argentino, sumé los miembros de 22 grupos de odio a Cristina Fernández de Kirchner y me dio un total de 5.308 clicks, mientras que el grupo aparentemente oficial de apoyo a Cristina tiene 15.778 fans. Entre esas 22 páginas hay dos numerosas (que suman 2.554) y 15 grupos tienen menos de 200 fans. Los muros de estos grupos son básicamente depósitos de insultos de grueso calibre, deseos de que muera o la derriben y comentarios humillantes o descalificatorios. Como dato que puede ser alarmante en los tres grupos que revisé, los más pequeños de este conjunto (26, 29 y 37 miembros) son mayoría absoluta chicos y chicas muy jovencitos, preadolescentes entre 10 y 16 años aproximadamente. Lo preocupante es que, además de participar casi exclusivamente con agravios, parecería que el odio a Cristina fue tomado como un rasgo identitario más que compone la cultura de las “tribus” infanto-juveniles.
El recuento general es sencillo, en un clima político muy polarizado (o que se insiste en polarizar) intenté clasificar los grupos oficialistas y los opositores. Del lado del oficialismo incluí los grupos que apoyan a Cristina (4=18.898), los que apoyan a Néstor Kirchner (4=9.656), los de apoyo a Mercedes Marcó del Pont al frente del Banco Central (3=6.440), uno del Frente para la Victoria (apenas 70), uno contra el grupo Clarín (6.925), uno De la vereda del gobierno nacional & popular (1.248), grupos de Carta Abierta (2=3.257), de Nuevo Encuentro-Sabatella (5=5.830), los grupos que defienden la Ley de Servicios Audiovisuales (2=31.077) y el heterogéneo conglomerado oficialista de los fans del programa 6,7,8 (apabullante 94.491). Por último agregué por defecto a este campo dos grupos de repudio a Mauricio Macri (2=1.202) que tal vez no sean oficialistas sino votantes de Macri decepcionados, pero no podían incluirse como apoyos a la oposición.
Por el otro lado, en el bloque opositor, incluí a la UCR y Acuerdo Si-UCR (2=3.679), la Coalición Cívica (2=162) y a Elisa Carrió (2=1.278), aunque desestimé un grupo en su contra que se llama jocosamente Lilita des Carrió (66) porque también ignoré un paupérrimo grupo del ARI de 70 miembros. “Cleto” Cobos tiene un numeroso grupo (17.272) que casi alcanza al de Cristina, también incluí al grupo oficial de Mauricio Macri (19.780) que supera en fans al de la Presidenta, mientras Unión Pro tiene 5 miembros y Macri Presidente 2011 sólo 8 …el macrismo sumaría así 19.793. Francisco de Narváez ostenta un importante apoyo con 16.452 fans. A Pino Solanas (4=17.830) y Proyecto Sur (2=2.014) los sumé a este grupo atendiendo a sus recientes posiciones junto al “Grupo A” en el flamante senado. Como ya dije incluí 22 grupos de “odio a Cristina” que juntos suman 5.308, y por último un grupo “en contra de la ley de medios K” (5.773). Busqué también a Gerardo Morales pero hay dos grupos para este “político”: Gerardo Morales tiene 1.262 fans y Gerardo Morales, un pelotudo de verdad tiene 1.535…ergo, Morales se anula a si mismo y no lo conté….Tampoco a Chiche (1.601) ni a Eduardo Duhalde (2=755), Adolfo Rodríguez Saa (1.387) ni a Patricia Bullrich (1.652), porque todos juntos (5.397) no llegan a superar los dos grupos de Agustín Rossi (4.992 + 3.126) y el de Aníbal Fernández (3.330) que tampoco sumé, es decir, con estas omisiones beneficié a la oposición.
Como decía más arriba a veces lo obvio nos da una gran sorpresa, en medio de este clima “clarinesco” de ilegitimidad del gobierno, de oposición mayoritaria, de crisis terminal de una gestión, de colapso económico y social, en donde parecen primar manifestaciones destituyentes, odio y desvalorización de la figura presidencial, los totales de estos dos campos así construidos (como toda construcción arbitrariamente) nos dan un contundente triunfo del oficialismo con 177.796 adhesiones frente a 70.462 adhesiones al bloque opositor.

Serie Chat-Adriana Soler

Hilando un poquito más fino hagamos una primera comprobación de orden estrictamente “político”: en el caso del oficialismo los dos grupos más numerosos (el del programa periodístico 6,7,8 y Cinta verde a favor de la ley de radiodifusión, que representan el 70% del arco a favor del gobierno) son espacios articulados en torno a una propuesta o a un objetivo ideológico determinado pero no en torno a una figura. Exactamente lo opuesto ocurre en el caso de la oposición, los que acumulan fans y “hacen número” son los referentes unipersonales de cada segmento, mientras que sus propios espacios institucionales (o los que dicen querer construir) son prácticamente inexistentes.
Las intervenciones en los muros y en los foros de los grupos “oficialistas” dan cuenta de que no todos son kirchneristas, es más, abundan los relatos de quienes no votaron a Cristina en el 2008 y reconocen que acuerdan con las medidas que se han tomado o que se intentan llevar a cabo. El estilo salvaje y obstructivo de la oposición es otro argumento de la toma de partido a favor del gobierno, y el cerco informativo del monopolio es percibido claramente como generador de un ambiente de represión y censura que también empuja al apoyo cada vez más abierto al gobierno. Esto nos ayuda a definir en qué términos hablamos de “oficialismo”; y esta no es una definición meramente exterior que etiqueta con este rótulo a los que se identifican con el gobierno y apoyan su proyecto, por el contrario, es lo que autoproclaman coreando el estribillo del tema de Barragán “soy la mierda oficialista” y que aparece como la metáfora que revaloriza el estar “a favor de” rebelándose frente al impostado “estar en contra”…de Cristina. Es notoria la convivencia armónica en estos espacios de los kirchneristas “orgánicos” con simpatizantes de Cristina (sobre todo congéneres) y militantes sociales de Derechos Humanos o de la comunicación, donde a veces alguien marca sus distancias pero se destacan las coincidencias; el funcionamiento de los foros no es óptimo pero marca cierto nivel de propuestas para el debate, y la actitud de contribuir a la difusión de información que se soslaya en los medios masivos también es de destacar. Y en referencia a la “acción” recordemos que contra todos los escepticismos, desconfianzas y temores que puede generar la “virtualidad” de estas nuevas formas de opinión y participación, el encuentro virtual se resolvió en movilizaciones reales y concretas de apoyo al modelo como la del 12 de marzo en capital, y que se viene replicando en otras ciudades del interior del país, acciones que el multimedio, por supuesto, no dio a conocer.
Una segunda comprobación de orden social y de suma relevancia, tema que fue planteado pertinentemente por Sandra Russo en 6,7,8, es la que surge de evaluar la composición social de estos grupos. Aunque el dominio de las TIC’s (tecnologías de la Información y las Comunicaciones) y el acceso a Internet crece permanentemente, no invalida el hecho de considerar a los usuarios de éstas como pertenecientes a la clase media argentina. Cuando la estrategia desestabilizadora de los sectores dominantes, con su discurso apocalíptico, que promueve la “crispación” y el descrédito político (y dicho en clave biologista…) discurso con que es inoculada toda la sociedad a través de sus medios de comunicación masivos, y parece contaminar inmediata y totalmente a la clase media como agente trasmisor por antonomasia de nuestra enfermedad endémica, es fundamental reconocer la importancia superlativa de que, al menos una parte de estos sectores medios, haya logrado en forma autónoma (es decir sin conducciones desde arriba o liderazgos carismáticos) encontrar nuevos canales para emerger haciéndose oír y diferenciándose, oponiéndose a cumplir el papel de cómplice, acompañamiento silencioso o carne de cañón golpista que históricamente han jugado.
Complejizar el panorama de la estructura social y política de nuestra sociedad en la vertiginosa coyuntura, nos debería ayudar a ensayar algunas conclusiones provisorias que, al menos para mi, son las siguientes: por un lado debemos reflexionar atentamente y profundizar al máximo el conocimiento y la comprensión de nuestra clase dominante, sin subestimarla o confundirla con los “mamarrachos” que ponen la cara ante las cámaras de televisión o demuestran su incompetencia en el Senado, esos son los lacayos. Debemos reconocer que los verdaderos poderes que manipulan a las lilitas, a los cletos o a los loles son capaces de cualquier cosa ante el menor intento de recortar, aunque sea mínimamente, sus privilegios. Son absolutamente intolerantes ante cualquier cambio que siquiera huela a “popular” porque entran en pánico, y ponen en marcha todos los recursos con que cuentan, que son muchos y siempre renovados. Hoy los vemos mentir con descaro, ocultar lo inocultable, lograr fallos judiciales injustificables, pero ayer nomás desabastecieron medio país en los piquetes y movilizaron a su favor a gran parte de la sociedad; antes disfrazaron a la Argentina de primer mundo y armaron la fiesta de pizza y champán mientras desmantelaban y regalaban el Estado con la anuencia de millones; un poco antes, cuando las cosas se pusieron serias, no tuvieron reparos en desatar el terror y el disciplinamiento violento, cuyas víctimas todavía lloramos…no están dispuestos a negociar y son de temer…hay que prepararse porque su objetivo y su único proyecto en común es volver a la fiesta…y nos falta una generación de experimentados cuadros populares para resistir el embate neoconservador.
Por otro lado, aunque es muy difícil mensurar y preveer el alcance de estos fenómenos, es muy importante atender (y aportar si se quiere) a este sustrato que emerge y va reconstruyendo redes en el tejido social arrasado por las “dos década más infames” (la del Proceso que prepara el terreno y posibilita la del neoliberalismo menemista). Esto plantea un desafío crucial, no sólo para “el progresismo” como conquista de un espacio de expresión y de acción de nuevo tipo, ante el ocaso (¿definitivo?) de los grandes partidos de masas, sino también y fundamentalmente para la clase política que pretenda conducir y capitalizar un proceso de transformación real y sostenido en el tiempo. Personalmente creo que es justamente CFK, por oportunidad histórica, por estilo, para ser congruente con su discurso y con sus medidas, la que debe y está en mejores condiciones de formular una nueva política de alianzas que se corresponda al nuevo escenario. Descreo totalmente de esa división del trabajo que lo pone a Néstor volviendo a ensayar siempre la misma construcción de “aparato”, confiando en las anquilosadas estructuras del PJ, cuyos caciques intermedios probablemente los traicionen por dos monedas o por el puestito inmediato superior que le ofrece la derecha. Parecería que no es audacia lo que le falta a la Presidenta, tal vez un equipo propio más amplio, más leal y creativo que le permita soltarle la mano a algunos y abrirse a incorporar a los extrapartidarios, a los que en medio de las terribles presiones de una opinión pública hostil no defeccionaron, por el contrario, salieron a comunicar y a defender con más claridad e idoneidad que la tropa propia, no van a traicionar si realmente se los convoca. De no tener Cristina la “cintura” necesaria para esquivar los golpes rivales con habilidad, tendrán que formarse las nuevas camadas de dirigentes del movimiento popular, y aunque eso requiere siempre mucho trabajo y mucha voluntad, parecería que algo se empieza a poner en marcha, ojala no haya que remontarla de atrás.
 
Serie Chat- Adriana Soler

Todo esto no significa que una “nueva política”, una política Siglo XXI, va a nacer y crecer en Facebook por “arte de tecnología”, ni que las redes informáticas le van a solucionar los problemas a la política. Apenas significa que Facebook ha exteriorizado y hecho visible algo que está ocurriendo en la sociedad, que intenta ser censurado por el poder hegemónico; ha demostrado que no son pocos los que ante la sospecha de un fabuloso engaño eligen tomar la píldora que los devuelva a la realidad como Neo en MATRIX, aunque la verdad no sea tan cómoda y demande una dura pelea.

Es cierto que una golondrina no hace verano pero, por lo menos a mi, observar estas primeras llegadas, me devuelven un poco de confianza en la condición humana.

Laura Huertas
22/03/2010
(Autorizo la reproducción total o parcial citando a la autora y comunicando su uso a lhuertas@ciudad.com.ar)